lunes, 8 de junio de 2009

2012 el año en que se nos terminan las oportunidades

Las más importantes profecías, los más diversos grupos espirituales y de contacto, las antiguas escrituras, los más atentos científicos y la realidad actual indican, inequívocamente, que el tiempo es hoy, que la realidad apremia, y que nuestra responsabilidad aumenta a medida que se acerca la fecha limite:diciembre de 2012. Grandes huracanes, guerra de paz, epidemias generalizadas, globalización tecnológica, comunicación en tiempo real, depresiones en aumento, búsqueda espiritual, contrastes sociales, sofisticadas luchas de poderes. Todo esto que vivimos a diario puede hacer que reaccionemos de dos formas: que vayamos perdiendo paulatinamente la sensibilidad, sumiéndonos así en la vorágine apocalíptica, o que asumamos nuestra responsabilidad como parte de la realidad y seamos un componente activo del cambio posible.

En estos últimos meses que estuve evaluando la posibilidad de escribir esta nota, me encontré en la disyuntiva lógica que conlleva la responsabilidad de manejar cierto conocimiento. Las alternativas son dos; transmitir todo aquello que sabemos, dando así la posibilidad de que el lector se haga responsable de lo que conoce, o manejar con cautela la información, de modo que inevitablemente se deba suavizar el tono para no crear un colectivo humano negativo o lo que se llama una masa critica tal que termine por plasmar los miedos en la materia.

Pero repasando un poco las historia de la humanidad, podemos ver claramente que aquellos quienes accedieron a la información y luego la clasificaron” yla cuotificaron, terminaron perjudicando y desvirtuando el verdadero conocimiento, creando así falsas ideas, caminos erróneos y grandes confusiones. Podemos citar ejemplos desde los antiguos sacerdotes egipcios hasta gran parte de las actuales religiones.

Por esto intentaremos no repetir los mismos errores y aportar así el pequeño conocimiento al cual pudimos acceder, de forma que permita a nuestros lectores tomar la responsabilidad que les cabe, como parte de una humanidad que ya esta pasando de la adolescencia a una madurez responsable.